En uno de los textos que se publicaron ayer, Savater comentaba que estaba leyendo textos de Dostoievski que aún le faltaban por leer. Enlazando ese comentario con una "conexión múltiple" con esta noticia y los comentarios de hoy... Hay textos o discursos que se leen o se escuchan en tres minutos o incluso en menos, y para los que una vida entera no basta para pensarlos. El ejemplo paradigmático es el primer verso del prólogo del Evangelio de San Juan. ¿Cuántos segundos se tarda en leerlo? ¿Cuántas vidas hacen falta para no acabar de pensarlo? Por eso, según cómo se lo tome, "Nietzsche en tres minutos" en un caso no es legítimo, pero en otro caso sí que lo es: como dice Alejandro, no en función de lo que haría superfluo después, sino en función de lo que ha necesitado antes como presupuesto. Otra muestra de "Nietzsche en tres minutos", en este caso "ante litteram" y en ruso, la encontramos en dos fragmentos de "Los demonios" de Dostoievski que os enviaré mañana, porque primero tengo que escanearlos: las doctrinas del "hombre superior" y de la "voluntad de poder" anticipadas en décadas y acaso pensadas al menos con tanta radicalidad como por el propio Nietzsche en cuanto a sus fundamentos, y sin duda con mayor lucidez en cuanto a sus consecuencias personales e históricas. Esto no significa que Dostoievski fuera nietzschiano ni que Nietzsche fuera dostoievskiano. Pero tampoco significa que Dostoievski fuera dostoievskiano ni que Nietsche fuera nietzschiano, porque el "dostoievskianismo" y el "nietzscheanismo" son doctrinas que no han existido ni pueden existir jamás: son pensamientos que en ningún caso pueden reducirse a doctrinas. Sobre esto, otro día; los textos, mañana; hasta entonces, un abrazo.
En uno de los textos que se publicaron ayer, Savater comentaba que estaba leyendo textos de Dostoievski que aún le faltaban por leer.
ResponderEliminarEnlazando ese comentario con una "conexión múltiple" con esta noticia y los comentarios de hoy...
Hay textos o discursos que se leen o se escuchan en tres minutos o incluso en menos,
y para los que una vida entera no basta para pensarlos.
El ejemplo paradigmático es el primer verso del prólogo del Evangelio de San Juan. ¿Cuántos segundos se tarda en leerlo? ¿Cuántas vidas hacen falta para no acabar de pensarlo?
Por eso, según cómo se lo tome, "Nietzsche en tres minutos" en un caso no es legítimo, pero en otro caso sí que lo es: como dice Alejandro, no en función de lo que haría superfluo después, sino en función de lo que ha necesitado antes como presupuesto.
Otra muestra de "Nietzsche en tres minutos", en este caso "ante litteram" y en ruso, la encontramos en dos fragmentos de "Los demonios" de Dostoievski que os enviaré mañana, porque primero tengo que escanearlos: las doctrinas del "hombre superior" y de la "voluntad de poder" anticipadas en décadas y acaso pensadas al menos con tanta radicalidad como por el propio Nietzsche en cuanto a sus fundamentos, y sin duda con mayor lucidez en cuanto a sus consecuencias personales e históricas.
Esto no significa que Dostoievski fuera nietzschiano ni que Nietzsche fuera dostoievskiano. Pero tampoco significa que Dostoievski fuera dostoievskiano ni que Nietsche fuera nietzschiano, porque el "dostoievskianismo" y el "nietzscheanismo" son doctrinas que no han existido ni pueden existir jamás: son pensamientos que en ningún caso pueden reducirse a doctrinas. Sobre esto, otro día; los textos, mañana; hasta entonces, un abrazo.
Un comentario realmente muy interesante. Quedamos todos a la espera de esos textos.
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