Wittgenstein empezó a desmontar todos los ejemplos que iba dando Popper, reduciéndolos bien a lógica o bien a la matemática. Hasta que Popper acudió a los problemas éticos. Entonces, Wittgenstein cogió un atizador de la chimenea que tenía enfrente y blandiéndolo como una cimitarra exclamó: «¡De usted un ejemplo de regla moral!». La respuesta de Popper no se hizo esperar: «No se debe amenazar con un atizador a los conferenciantes». Furioso, Wittgenstein empezó a golpear el suelo y tuvieron que cancelar la conferencia.
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