Los filósofos, al menos los aristotélicos, consideran que el fin -en el sentido de telos- de la vida humana, es la felicidad. Era la causa final -esa que está tan desacreditada entre los evolucionistas positivistas y tan mal entendida (al menos entendida de un modo poco aristotélico) entre los críticos del evolucionismo- de los Estados, de la filosofía, de las leyes que nos dábamos... Nada tenía que ver pues con rehuir el esfuerzo, evitar el dolor o no estar tristes. Quizás, incluso podríamos decir que el esfuerzo, la tristeza, el dolor están, también ellos, subordinado a esa misma felicidad.
La Edad Media, en un sentido parecido, se desarrolló fundamentalmente desde la convicción de que sólo los que lloran, tienen sed de justicia y solo los que sufren pueden ser felices. Algo, que cabría interpretarse, salvando las diferencias, en la misma línea anterior.
Por qué digo esto? Resulta que BBVA está colocando anuncios en youtube, en canales infantiles, donde una experta psicóloga dice que los padres no deben desear la felicidad de sus hijos. Se trata de una línea defendida tb por filósofos -creo que un tal Juri- que ciertamente se ha puesto infelizmente de moda. Ellos asocian felicidad a dopamina (supongo que también a endorfina, aunque en el vídeo de la psicóloga que he mencionado sólo se nombra la dopamina). Y de hecho, insinúa que los padres que desean la felicidad de sus hijos los quieren en un estado autodrogado por estas hormonas. No voy a negar que, desde las escuelas socráticas menores hasta los defensores del hachís, a eso también se lo ha llamado felicidad, pero siempre pensé que era como consecuencia de no creer que se pudiera cumplir ese telos en esta vida, donde el resultado, como sabía Kierkegaard, nunca está en manos del buen hombre ético.
Si nuestros hijos acaban siendo hedonistas o estoicos, como nuestro Séneca, seguramente dependerá de como les trate la vida, pero eso no impedirá que los padres sigamos deseándoles felicidad. Una felicidad bien entendida, o aristotélica, la misma que se le desea a una pareja en el altar: alguien realmente cuando ha deseado a una pareja que sea feliz, le está deseando que no riñan?. Eso, además de imposible, es que tiene que ver poco con ka felicidad. Más bien, lo que le está deseando es que el fin de esa riña sea la felicidad.
Estoy escribiendo esto de corrido, disculpen las prisas, mientras mezo al bebé que se ha desvelado. Seguramente no es el estado ideal para escribir un post, pero no se me ocurre otra más feliz. Será por falta de imaginación.
Resumo: los del anuncio del BBVA no hablan de la felicidad de los filósofos, ni de la del "hombre de campo". Hablan de la felicidad de las drogas, y su solución no es que estudien los padres qué es ka felicidad, sino que no se la deseen a sus hijos . y aquí el círculo mágico. Por qué no debería desearles esa extraña felicidad? Pues para que puedan ser felices. Lo interpretaré del siguiente modo, para salvar al enemigo: para que puedan ser felices por sí solos. Pero entonces, volvemos al principio: deseen la felicidad de sus hijos, deseelos en forma y capacitados para orientar su vida buena, para ser felices. Felicidad es un término que nada tiene de ñoño, cuando se mira hacia atrás. Si este mundo sigue mirando hacia el futuro sin mirar atrás no quedará concepto sobre concepto. Quizás sea ese el fin del humanismo del que se viene hablando desde la GG, el inicio de eso que algunos llaman hoy transhumanismo. Un mundo en el que no importe lo que se ha pensado antes, construido sobre la soberbia que heredamos del positivismo: las épocas pasadas son estadios inferiores ya superados. Un mundo en el que los expertos, vuelvo al anuncio, dicen que no podemos esperar ni desear que los demás sean felices.
http://sumafelicidad.es/la-felicidad-formulada