martes, 23 de octubre de 2018

La neurociencia ya llega a Kant

La neurociencia, por un camino distinto y más largo, parece haber llegado ya a la noción kantiana de belleza adherente. Si no fuera porque tal y como está presentado el problema parece resuelto, se aventuraría toda una serie de grandes descubrimientos posteriores: lo sublime, que no sólo nos gusta lo bello, la atracción trágica, la belleza en la destrucción dionisíaca de las vanguardias... Decía Heidegger que el problema de la ciencia y el mundo contemporáneo es que ya no pensábamos. Se refería fundamentalmente al hecho de que no somos capaces de sostener las preguntas fundamentales. En este caso: qué es la belleza? Quien al leer el trabajo tienda a entender que la pregunta ha sido disuelta en lugar de seguir manteniéndola y sustentándola comprenderá en un sólo golpe el sentido de la crisis de la filosofía actual, al menos de la continental. Una crisis que se iniciara con Comte y la provocadora exigencia de respuesta. Desde entonces se ve con malos ojos la actitud filosófica, más allá de todo método y cálculo, de mantener vivas y con auténtico pathos las grandes preguntas de la humanidad. Como quiera que en el peligro crece lo salvador os comparto el interesante comentario de Mora.

Enlace:

https://elpais.com/elpais/2018/10/22/ciencia/1540208471_975751.html

1 comentario:

  1. A causa de este comentario nos han escrito recomendándonos el siguiente libro que os participamos: Michael J. Ryan, El gusto por la belleza. Biología de la atracción. Puede encontrar una reseña del mismo en: http://www.antonibosch.com/libro/el-gusto-por-la-belleza

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